Derrota de mano

El primer tiempo le trajo muchos contratiempos a ambos equipos con los lesionados. Inmersos en una dura doble competencia, ya que los dos paralelamente disputan la Copa Libertadores, tanto a Independiente como a Boca se les empezaron a caer los soldados. Y así fue que el Rojo se quedó sin Bustos ni Gutiérrez, mientras que en el Xeneize salió Wilmar Barrios. Tanto Holan como Guillermo tuvieron que armar la estrategia sobre la marcha, y lo que se vio en los 45 minutos iniciales fue un 0-0 sin muchas situaciones de gol sobre los dos arcos, más allá de una clara chance que Sánchez Miño desaprovechó en el local. 

 

Sin embargo, en el segundo tiempo Independiente aprovechó y abrió el marcador. Rápida contra que derivó en los pies de Martín Benítez, quien superó a Rossi en el mano a mano. Sabiendo que el miércoles juega por la Libertadores, el equipo de Holan se olvidó del arco rival, y se fue refugiando cada vez más cerca de Campaña. Así las cosas, Boca empezó a buscar el empate, y paralelamente transformó en figura al arquero del Rojo. El uruguayo se quedó con todos los intentos Xeneizes, ganó siempre que fue exigido, y se convirtió en el pilar fundamental de la victoria del equipo de Avellaneda. Ya sobre el final, Pablo Pérez vio la roja, por lo que Boca terminó el encuentro con diez hombres.  

 

A cuatro fechas del cierre de la Superliga, Boca tiene cuatro puntos de ventaja sobre su perseguidor más inmediato, Godoy Cruz de Mendoza. Ahora, Boca tendrá una semana entera de trabajo de cara a su próximo partido, que será el domingo ante Newell's desde las 20 en la Bombonera. Sin desafío copero en los próximos días, Guillermo y sus jugadores podrán refrescar conceptos, corregir errores, y mostrar una mejor cara ante la Lepra en casa.